Benidorm, una ciudad costera en la provincia de Alicante, ha llamado la atención por su impresionante horizonte urbano, que a menudo se compara con el de grandes metrópolis. Con un número considerable de edificios altos, Benidorm destaca en España por su paisaje urbano vertical. La transformación arquitectónica de la ciudad comenzó a mediados del siglo, cuando pasó de ser un modesto pueblo pesquero a convertirse en un bullicioso destino turístico. Este rápido desarrollo provocó la construcción de numerosos rascacielos para dar cabida a la creciente afluencia de visitantes, haciendo que el horizonte de Benidorm sea uno de los más distintivos del país.

Aunque el perfil urbano de Benidorm es impresionante, es importante contextualizar su relevancia a nivel mundial. Según datos del Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano, ciudades como Hong Kong, Shenzhen y Nueva York lideran en el número de rascacielos que superan los 150 metros de altura. El edificio más alto de Benidorm, el Gran Hotel Bali, alcanza los 186 metros, lo que lo convierte en el quinto más alto de España. A pesar de no superar a las grandes urbes en cantidad de rascacielos, la combinación única de encanto mediterráneo y arquitectura vertical de Benidorm ofrece una experiencia urbana singular. Su silueta urbana es un testimonio del rápido desarrollo de la ciudad y de su papel como actor clave en el sector turístico español.
En conclusión, aunque Benidorm no supera a Nueva York en número de rascacielos, su notable transformación y su emblemático horizonte lo convierten en un ejemplo destacado de desarrollo urbano en España.